Hace mucho no escribía. Hace mucho no me sentía en el ánimo para hacerlo, siempre se necesita algún tipo de azul en el alma para eso.
Y ahí estaba yo
impavida
mirando como la luna
se llevaba un pedazo de mi alma,
viendo,
como todo se perdía
en un suspiro
en la vanalidad de la esperanza
y en la tristeza de un adiós.
Me quedé ahí mientras se reía
burlandose de como las parcas
jugaban e hilaban de nuevo
retazos de historia que han de repetirse
en sucesiones infinitas
porque la sociedad nunca ha de tener memoria.
Me reía llorando
de mi estupidez
de mi ternura
de mis logros
de mis defectos
encontre una catársis
y la destruí una vez mas
porque las cosas hay que merecerlas
y esa es una batalla que no debo ganar todavía.
Lloré riendo
mientras veía bajo la lluvia
el reflejo de ella en el pavimento
y su sonrisa diciendo
que nunca me dejaría.
